Palabras, solo palabras,
que nacen en el destierro,
donde fueron confinadas
y tragadas por el tiempo.
Palabras que un día pensé,
pero que nunca escribí,
aunque anidaron en mi,
esperando su momento.
Palomas con alma de trovador,
que anhelan la libertad,
de elegir a donde irán
para encontrar su destino.
Palomas que volaran,
y recorrerán caminos,
por entre rosas y espinos
en jirones de papel.
Palabras que se alzaran,
cargadas de sentimientos,
para que las lleve el viento,
a quien las quiera escuchar.
17 de octubre de 2012 en 12:31
En cada entrega te superas….
¡ Qué suerte que por fin le llegara su momento a estas » palomas » con las que nos regalas !
Sigue así.